El primer elemento que debemos considerar es desarrollar lo que desde nuestra infancia ha sido entrenado en nuestro cerebro, y es la capacidad de la PERCEPCIÓN. Desde chicos percibimos y distinguimos formas, colores, tamaños, aromas, sabores y necesidades básicas a las cuales nuestro cuerpo acciona o presta mayor atención. Podemos ver por el visor de nuestra cámara pero nuestra percepción es la que compone la fotografía, la que le da forma, sustancia y la que coloca o quita aquellos elementos que nos causan ruido o percibimos que no son tan agradables.
Es un proceso activo con el cual el cerebro transforma la información lumínica captada por el ojo en una recreación de la realidad externa, en ella intervienen tanto los ojos como el cerebro. La percepción ha sido estudiada por la Gestalt y las clasificaron en leyes y reglas y las más usadas en fotografía son: La ley de la figura y fondo, de la semejanza, de la proximidad, del cierre, de la continuidad, de la simetría y en cuanto a las reglas están la regla de la simplicidad, de la mirada y del horizonte.
El segundo elemento a utilizar es el ENCUADRE, Encuadrar fotografías es, la parte más importante de nuestro proceso creativo como fotógrafos. Antes de componer definitivamente una fotografía tendremos que encuadrar, es decir, decidir qué porción de la escena que ven nuestros ojos va a entrar dentro de nuestra captura.
El encuadre es el fragmento de espacio que va a captar el objetivo de tu cámara, y como consecuencia de ello, el plano visual que se obtendrá de ese espacio. Cuando observamos un espacio, primero lo contemplamos con los ojos, luego decidimos que nos gusta, y entonces encuadramos con nuestra cámara. Es ahí donde comienza el proceso creativo de la composición. Podríamos decir que encuadrar vendría a ser la antesala del proceso compositivo que lleva a cabo un fotógrafo para hacer una fotografía. Es ese primer momento en el que elegimos y organizamos los elementos que van a formar parte del contenido de nuestra imagen.